Hoy os traemos una preboda que cautiva de principio a fin. Perla y Sergio nos pidieron un entorno árido, y sencillo a la vez que elegante. Nos pusimos manos a la obra, y elegimos para ellos esta sesión. Alfombras, dunas, y una maravillosa puesta de sol fueron las encargadas de crear una atmósfera que nos recuerda a un atardecer en el gran Desierto del Sáhara, el aroma de su cultura, y el privilegio de disfrutar de la magia de sus colores. Nos gusta reinventarnos, que nuestras parejas confíen en nuestro estilo y criterio. Gracias, fue un placer compartir con vosotros este mágico momento ♥